domingo, 28 de febrero de 2010

Letras de Sangre: El Club Dumas, de Pérez-Reverte.


En una época en la que un chico comienza a apartar los libros con dibujitos para internarse en las novelas, dí con una que sí los tenía. En un momento en que mi historial de libros "serios" se reducía a un poco de Verne, Conan Doyle, Dumas y algún sufrimiento con Anne Rice, cuando la mayoría de mis acercamientos a la literatura se realizaban a través de sus adaptaciones cinematográficas, una de ellas me abrió las puertas de la literatura, de la emoción en papel y de una vocación.

Descubrí El Club Dumas, y con él a Arturo Pérez-Reverte, gracias a Roman Polanski. De manera que si Pérez-Reverte es el responsable de que yo escriba, Polanski debe serlo en mayor medida. Escribo por Polanski, vaya, curiosas reflexiones a deshora.

La Novena Puerta, se llamaba, y se llama, una de las películas más reveladoras y existenciales de mi vida. Tal vez le parezca mediocre a la crítica general pero allí estaba todo para mí. Un Johnny Depp carismático, cínico y cabrón -¿escribo por Johnny Depp?- el suspense polankista de La Semilla del Diablo. Un personaje solitario, aventurero, arrogante, un amor por los libros, libros por todas partes, la importancia de la literatura en la historia del mundo, el reverso tenebroso del arte de escribir...


Yo quería, al salir del cine, continuar viviendo una vida así. Y me tiré a por El Club Dumas de cabeza.

Lo primero que debo decir es que El Club Dumas y La Novena Puerta nos narran historias distintas que en alguna ocasión se tocan, sin embargo, el suspense, la intriga, el cosquilleo por este misterio de diablos escritores y trampas literarias se mantiene firme en ambos casos, estirado y enrevesado por Pérez-Reverte, directo y simplificado por Polanski.



De manera que no puedo decir cuál me gustó más porque son cosas diferentes. Si El Club Dumas se limitara a lo contado en la pantalla sería una novela corta, simple y regulera, y La Novena Puerta no mejoraría si adaptara las dos tramas entrelazadas de la novela.

Porque El Club Dumas, como suele pasar en estos casos, es mucho más que La Novena Puerta, mucho más que Las Nueve Puertas del Reino de Las Sombras, impreso por Aristide Torchia, antes de que le quemaran por ello, claro, y que es la obra que Lucas Corso debe buscar y autentificar, aún a riesgo de su vida.

El Club Dumas es una maravilla, la esencia de la narrativa, un lujo que hay que descubrir, disfrutar, conocer, un tótem en mi carrera, el kilómetro cero de mis sueños de papel.


Presenta una rocambolesca historia donde se mezcla el suspense, el folletín, la intriga y la novela caballeresca, todo tamizado por el estilo directo y canalla del buen Pérez-Reverte, cuando escribía cosas interesantes (perdona, Arturo). Lucas Corso es un cazador de libros, un traficante de joyas literarias con el encargo bien pagado de localizar los tres ejemplares de Las Nueve Puertas del Reino de Las Sombras, libro oscuro y esotérico escrito, se supone, a pachas con el diablo, y comprobar cuál de ellos es el auténtico.

Por su puesto, toda la aventura de Corso tras la pista del legado de Lucifer se verá salpicada, barra, interrumpida, barra, ¿estropeada? por una trama que a la postre y por desgracia no va a ningún lado sobre un manuscrito del mismísimo Alejandro Dumas, un capítulo de Los Tres Mosqueteros que Corso también debe autentificar.

Muy bien, como hilo conductor para presentar a ciertos personajes, como encaje de bolillos para justificar las reacciones de algunos de ellos, como demostración de cuánto sé sobre este tío, a Pérez-Reverte pudo parecerle buena idea, pero vamos, que aparte de una delicia de erudición y misterio, todo el rollo Dumas queda en segundo plano, también me parece cierto. Y por eso comprendo y celebro que Polanski se lo quitara de encima para su traslado al cine. Con el beneplácito, además, del propio autor, así que...


Por lo demás, El Club Dumas es una pedazo de novela de aventuras, de intriga, de suspense, de ocultismo, ¡de todo! Y encima con esos acertados elementos detectivescos, ese juego de imágenes, de códigos, de espejos... Se le puede achacar, tal vez, que no tiene la fuerza de los Pérez-Reverte posteriores, maestria en aumento hasta La Reina del Sur, ni siquiera del excelente La Tabla de Flandes, pero como literatura entretenimiento, evasión, disfrute, goce de leer, El Club Dumas es una perfecta manera de conocer a un gran autor español, con dos narices y buenas ideas, y de paso enaltecer la figura de un genio de la literatura universal como Alejandro Dumas.


Gracias, Arturo, soy heredero de El Club Dumas.

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miércoles, 10 de febrero de 2010

Presentación de la novela 'Claro de Luna', de Miguel Aguerralde en la Casa de Canarias de Madrid.


Con toda la ilusión del mundo, no sólo porque salga bien, sino también para que sirva como pista de despegue, plataforma de lanzamiento o como punta de iceberg, el próximo viernes, 12 de Febrero, vamos, pasado mañana, se presenta en Madrid mi novela Claro de Luna.

No hay mucho más que decir salvo gracias a Ediciones Idea, a ese pedazo de ilustrador que es mi amigo Dimas, a la Casa de Canarias y a Canarias Crea, y muy en especal a Ardiel Zaya y a Luis Antonio González, que me ayudaron a comenzar todo esto.

Espero ver a muchos de vosotros allí, que no se me "lengue la traba", y sobretodo, que el libro hable por sí sólo, se venda, y que os sepa tan bien cómo a mí me supo el escribirlo. Uno de los placeres más grandes de mi vida.


Larga vida a Claro de Luna. El comienzo, si las musas -y los editores- quieren.



Miguel Aguerralde presenta Claro de Luna el viernes 12 en la Casa de Canarias de Madrid.

El autor refleja en esta obra «lo que todos hemos sentido al encontrarnos solos ante las espinas De la vida.»

El acto cuenta con el respaldo del programa Canarias Crea.


Ediciones Idea ha lanzado, dentro de la colección Tid (Textos Idea), la primera novela de Miguel Aguerralde Movellán, Claro de Luna, una ficción sobre «la soledad de la indefensión, del camino de uno mismo por romper con la confortabilidad de la infancia y la adolescencia y atreverse a irrumpir en el mundo adulto como un soldado en campo abierto», en palabras del escritor. Esta obra se presenta el próximo viernes, 12 de febrero, a las 20:00 horas, en la Casa de Canarias de Madrid (calle Jovellanos, 5). El autor estará acompañado por el escritor, poeta y responsable de la sección de Literatura de esta institución, Luis Antonio González Pérez. El acto cuenta con el respaldo del programa Canarias Crea del Gobierno de Canarias para la promoción exterior de los creadores isleños.

La protagonista de Claro de Luna presenta un programa radiofónico nocturno en el que, cada madrugada, presta oídos a las voces anónimas que buscan en ella consuelo y compañía. Una de esas llamadas resulta ser diferente a todas las demás; a medio camino entre un crimen horrible y una broma macabra. Desde ese momento, Luna se sentirá acosada y sumida en una espiral de miedo y confusión en la que sólo tendrá la ayuda de un joven del que sabe tan poco como de ella misma.


Según Miguel Aguerralde, Claro de Luna, «la metáfora de una joven locutora solitaria torturada por un sin fin de terrores y dudas, no es más que el reflejo de lo que todos hemos sentido al encontrarnos por primera vez solos ante las espinas de la vida». El escritor no esconde la influencia en esta obra de un programa radiofónico del estilo de Hablar por hablar: «En mi casa nunca fuimos fieles a este tipo de programas, pero, sin embargo, jamás olvidaré una noche de insomnio en la que el azar me llevó a sintonizar uno de ellos. Bien entrada la madrugada, recibieron la llamada de una mujer que decía ser ciega y que entre susurros afirmaba temer a su marido. Le temblaba la voz, parecía horrorizada, y de repente, con una exclamación, la llamada se cortó. La presentadora, enfadada, se lo tomó como una broma de mal gusto, pero a mí, que debía rondar los trece o catorce años, me heló la sangre y siempre me pregunté qué habría sucedido. Supongo que esa noche nació Claro de Luna».

Además, Miguel Aguerralde reconoce que, sin haber sufrido las penurias de la protagonista, sí se ha inspirado en algunos aspectos o experiencias de su vida, como su «inquietante casa y parte de lo que allí le sucede». Se trata, apunta el autor, del «primer apartamento al que me mudé cuando salí de casa de mis padres, un cubículo aterrador pegado al Parque San Telmo, sin mirilla ni apenas luz al final de un tétrico pasillo, con una comunidad de vecinos espeluznante y una sucesión de sonidos indeterminados cada noche. Ponía los pelos de punta.».

En cuanto a sus maestros literarios, Miguel Aguerralde Movellán cuenta que la primera vez que se propuso «inventar una buena historia fue al terminar La Esfinge de los Hielos, de Julio Verne. Quería más, mucho más». Posteriormente, «el suspense aventurero de los primeros libros de Arturo Pérez Reverte, el terror cercano de Stephen King o la imaginación macabra de Clive Barker han influenciado por encima de otras lecturas en mi manera de entender la escritura», añade.

Trayectoria

Miguel Aguerralde Movellán nació en Madrid a finales de los setenta, pero siendo aún muy pequeño su familia se estableció en Las Palmas de Gran Canaria. Canario de adopción, pasó su infancia y su adolescencia embarcado en un viaje de libros de aventuras y novelas de misterio, hasta que en el año 2000 se atrevió a tomar la iniciativa y empezó a escribir él mismo las historias que le hubiera gustado que otros le contaran. Desde entonces ha compaginado una infinidad de ocupaciones con su vocación de cuentacuentos, volcando en su viejo portátil y en varias docenas de cuadernos y libretas todo aquello que brotaba de su inquieta imaginación. Hoy en día se dedica a la docencia y dirige el blog http://www.desdeelsotano.es/, de críticas de cine y literatura, donde cuelga sus relatos y practica la escritura cada día. «Nunca paro de escribir», afirma Aguerralde. Por eso, la publicación de su primera obra, Claro de Luna (Ediciones Idea, 2009), coincide «con otras seis o siete novelas esperando su turno o su golpe de suerte».



Para más información:
Teléfono del escritor Miguel Aguerralde Movellán: 695 194 056
Teléfono de la responsable de prensa de Ediciones Idea,
Elena Morales: 646 818 316

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