lunes, 19 de enero de 2009

200 años del nacimiento de la literatura moderna


"Y escuché un ruido de pronto, como si estuviesen llamando suavemente a mi puerta".

Hoy se cumplen 200 años del nacimiento de Edgard Allan Poe (1809-1849), como muchos han escrito, el padre de todo lo que hoy entendemos por literatura: la policiaca, la de misterio, la de terror... Origen e inspiración de la imaginación macabra que puebla sin que nos demos cuenta nuestros cimientos culturales a través de un sin fin de novelas, relatos, películas y series de televisión, a través de un elenco impresionante de autores que reconocen abiertamente la influencia del Maestro de lo Oscuro sobre su obra. Escritores como Baudelaire, Victor Hugo, Melville, Wilde, Conan Doyle, Lovecraft o Stephen King, por no hablar de cineastas como Hitchcok, no hubieran existido o hubieran sido muy diferentes sin la inspiración de Poe.

La caída de la casa Usher, Los crímenes de la calle Morgue, El péndulo y la muerte, El cuervo, El gato negro, El escarabajo de oro, La máscara de la muerte roja, La carta robada o La narración de Arthur Gordon Pim, son historias inmortales, muchas de las cuáles, con más o menos descaro, forman parte de las entrañas de muchas otras de los más diversos autores. ¿Acaso no está Sherlock Holmes inspirado en el famoso detective Dupin? La lista de ejemplos sería interminable.

Y si hablo de que el legado de Poe resulta clave en la literatura y en el imaginario cultural posterior, es justo también que explique su profunda influencia en mí.

No debía tener más de doce años cuando redescubrí un viejo libro en una de las estanterías del salón de mis padres, uno realmente feo y con una portada penosa al que había visto antes pero no había hecho ni caso. Tenía por título Narraciones Extraordinarias, y a mi eso me sonaba a exploradores por el Amazonas o a safaris por el Congo. Vete tu a saber por qué. El autor se llamaba Poe y aunque tal vez lo hubiera oído por ahí, en principio lo único que me resultaba conocido de ese libro era que el prólogo lo escribia Narciso Ibañez Serrador, que era el tipo ése del Un, Dos, Tres.

Muchas veces abrí ese libro tan feo antes de decidirme a leerlo, y cuando lo hice me encontré, para ir abriendo boca, con La carta robada, El escarabajo de oro y Los crímenes de la calle Morgue. Ahí me enganchó. No leí el resto del libro del tirón porque su prosa todavía me resulaba lejana a esa edad, pero uno a uno sus relatos fueron cayendo en mis manos, y calando en mi inspiración.

Poe me presentó a Verne, después a Lovecraft, a James, Hammett y por último a King. Poe me enseñó a leer y a ver y a amar lo gótico, lo macabro, el lado oscuro, lo siniestro y lo profundo del ser humano. Poe fue el primero en poner en mis manos papel y lápiz, guió mis primeros renglones torcidos para intentar, igual que ahora, que de mi imaginación brotara un relato como los suyos.

Gracias, Maestro.
¡Es el viento y nada más!"

Para aquel al que pueda interesar, y a todos debería, la Biblia:
http://www.librosgratisweb.com/autores/poe-edgar-alan.html

1 comentarios:

Anónimo,  22 de enero de 2009, 15:54  

...debemos estar agradecidos a Poe entonces... ;)

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