Monstruos de Papel: El Hombre Invisible

Imaginación y Ciencia van de la mano. El científico imagina, sueña, especula, y la Ciencia le ayuda aprobar o refutar sus teorías. Eso es hoy y lo fue siempre, si bien el paso de los años hace que cada vez quede menos donde imaginar. Pero en el siglo XIX, hablar de Ciencia era lo mismo que hablar de Imaginación.
En 1865 Julio Verne publicó De la Tierra a la Luna, en 1889 Mark Twain escribe Un Yankee en la Corte del Rey Arturo, acerca de viajes en el tiempo, y en 1895 va la luz La Máquina del Tiempo, de H.G. Wells, a la que seguirían La Isla del Doctor Moreau, El Hombre Invisible y La Guerra de los Mundos. La Ciencia Ficción había nacido.
El Autor:

La Novela:

La novela habla de la fina línea que separa la ética y la moral del ansia de notoriedad, de poder. En una época en la que la Ciencia daba sus primeros pasos, H.G. Wells enseña lo peligroso que puede volverse quien no sepa lidiar con los nuevos descubrimientos. ¿Y si todo ese poder cayera en las manos equivocadas?
El Personaje: ¿Y quién es el Hombre Invisible?
El Villano, el villano en la literatura. Qué importante es la figura del mal en la novela, en la ficción en general, en la imaginación humana.
El Hombre Invisible se apellida Griffin, hasta la llegada del cine y de James Whale (El hombre invisible, 1933) no sabremos su nombre. Es un joven investigador, ambicioso, inteligente, superdotado para la ciencia. trabaja en un experimento revolucionario, manipular la refracción de los cuerpos a la luz para volverlos invisibles.
Pero a su vez el joven Griffin es un tipo oscuro, solitario, un canalla con muy pocos escrúpulos. Utilizará el dinero de su padre para costear sus experimentos, robará el gato a su vecina para probarlos y no dudará en aplicar su fórmula sobre sí mismo para volverse invisible y huír de las acusaciones.
Tras robar algunas ropas para protegerse del frío se resguardará en la aldea de Iping, ambutido en una larga gabardina, guantes, sombrero, la cara vendada y gruesas gafas, exigiendo soledad a su casero y un lugar donde tratar de revertir el experimento.

Pero en la aldea comienzan a surgir una serie de delitos, delitos en los que nadie puede ver al culpable. Cuando se ve entre la espada y la pared, Griffin se deshace de su ropa y fundido con el aire escapa a las colinas.
Obligado a huir se tendrá que refugiar en la casa del Doctor Kemp, al que explicará su historia y pedirá ayuda. Ayuda para cumplir su nuevo sueño: someter al país haciendo uso de su poder, el don de la invisibilidad que le vuelve todopoderoso e inalcanzable.
¿En qué reside la maldad humana? ¿En planear malas acciones? ¿En tener malas intenciones? ¿O en llevarlas a cabo? El Hombre Invisible es uno de los monstruos más terribles de la literatura porque se atreve a realizar lo que otros sólo pensamos. Se atreve porque sabe que es un ser superior, ¡que es invisible! Que nadie sabrá nunca de su culpabilidad ni de dónde encontrarle.
H.G. Wells convierte al Hombre Invisible en la realización de todos nuestros sueños más sombríos. Porque, ¿quién no ha soñado alguna vez precisamente con todo eso? Wells nos convierte en partícipes de esa trama. Miramos con malévola simpatía las correrías de Griffin porque en el fondo todos haríamos lo mismo si una curiosa coincidencia nos hubiera convertido en invisibles. ¡Dios, cuánto poder!
Eso es lo que aterra del Hombre Invisible, su auténtica Humanidad.
Kemp renunciará a ayudarle, por su puesto, y Grffin le advertirá de que él va a ser la primera víctima de su reinado de Terror. Amenazado de muerte por un ser al que no puede ver, Kemp huye en dirección al pueblo donde es salvado de la muerte por los palazos que un grupo de peones lanzan al aire, hasta que en el centro del círculo de curiosos empieza a aperecer, "como si estuviera hecho de vidrio", el cuerpo de El Hombre Invisible, asesinado a golpes.

El Hombre Invisible ha inspirado cientos de novelas, relatos, obras de teatro y películas de Terror y Ciencia Ficción. Una novela corta que tiene más de cien años. Un personaje aterrador en el que se transfiguran todas las ambiciones y deseos del ser humano: ser capaz de realizar los sueños, conocer los secretos de otros, conseguir cuanto anheles, entrar y salir, estar en todas partes, ser invisible.
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